lunes, 23 de abril de 2007

Sobre el escribir

Los escritores no deberían hablar de sus obras, sino dejar que ellas hablen por si mismas. Eso es lo que aprendí de mis padres. Pero por otro lado a mi me gusta reflexionar sobre el acto de escribir y sus significados, el de escribir y el de lo escrito. Creo que es verdad lo primero. Si escribimos y luego entregamos el "manual para interpretar lo que escribimos" le quitamos al lector gran parte de su tarea y disfrute. Por otro lado "no dejamos ir" a nuestro texto o vamos desbrozando camino delante de él. No es justo para los textos. Debemos creer en su capacidad de significación. No es justo para el lector, debemos creer en su capacidad de interpretación. Si de todo ese ejercicio de lectura sale asombro, tedio, belleza, humor o perplejidad, es otra historia. Y por allí podrá juzgarse la "calidad" literaria . Confieso que nunca me gustó hablar de literatura en esos términos y tengo nula formación en literatura. Leo, me gusta, sugiere o enriquece o me deja indiferente. Eso si nos debe pasar a todos.

Pero a pesar de lo que decían mis padres, creo que escribir y luego volver sobre lo escrito como reflexión en voz alta compartida, también es un disfrute para el escritor. La re-flexión sobre el texto espontáneo o mejorado es otro género. Si ... puede que más de diván que otra cosa ... y ¿por qué no hacerlo?

Sobre el acto de escribir y lo que yo escribo, quiero compartir algo. Tal vez le pase igual a otros que lean esto. Hay gente que no me reconoce en mis textos, o por lo menos se asombra. Parece que algunos son demasiado oscuros para una persona jovial como yo. Sinceramente, pienso igual que ellos. Muchas veces miro lo que sale con asombro. Si nunca hubiera escrito tal vez no sabía que tenía todo eso adentro. A la vez siento tranquilidad y alivio luego de escribir. Los temas más oscuros me salen solos, los otros me cuestan disciplina o salen naturalmente con mucho menor frecuencia. Para apenas tres años de escritura sistemática supongo que es normal.

Sucede también que la condición de "escritor" como título públicamente avalado por por lo menos una publicación, es tan condicionante como cualquier otra profesión. Y en nuestro país, entre culto y culturoso, el ser escritor implica todo un status social al cual muchos intelectuales precarios somos muy sensibles. Ahora, en mi experiencia como profesora de idiomas, un rubro en el que somos bastante más humildes, le doy al escribir otro tipo de valor, no necesariamente el de crear arte, sino el de tener una experiencia mental de creación, aprendizaje, expresión. En ese sentido somos todos mucho más libres, los que escribimos, los que leemos, los que enseñamos, los que aprendemos. Escribir es un derecho que todos tenemos y no todos ejercemos. Escribir es como dar un grito, o un salto, o bailar o cantar, o llorar, según el caso. Escribir debe ser un acto de liberación. De liberación de cabeza.

4 comentarios:

Saludos, Terrícolas dijo...

Mujer mujer mujer liberaté! gritaba Gabriela Acher, durante su escarpado camino a la felicidad televisivo!

Mi pequeño aporte a esta discusión podría ser: si los medios gastan horas y horas y horas para llenar de nada la apreciación de la gente (GH 2007 creo que es el paroxismo de lo que digo) en un intento de entretenimiento y comunicación, me parece muy válido que cualquiera de nosotros, que de alguna manera estamos presentando al público nuestro "producto", también tengamos la posibilidad de ofrecer "galas", escritos de "nominación", posibilidad de escrutinio.

A nosotros nos gusta hablar de lo que escribimos porque lo que escribimos nos gusta. Y el que se vincula con el que crea, tiene la misma curiosidad: cuánto hay de cierto y cuánto de ilusión? Puede sonar un poco a regodeo, pero y qué? Acaso no son maravillosos y fascinantes por ejemplo los Diarios de Kafka?

Por último, mi mujer es profesora de idiomas too. Y yo soy analista de sistemas. El mundo es pequeño pequeño pequeño...

Saludos, Terrícolas dijo...

O era Mirtha Busnelli? Creo que hoy me confundí las pastillas!

Mariana Porta dijo...

Te mandé un mail. Me parece que las casualidades no son solo casualidades.
Mariana

Anónimo dijo...

chiquita,al contrario de los demas yo te reconozco mas en los escritos"oscuros" como le llamas.
sera que nos conocemos tanto.Estoy de acuerdo contigo.una persona que escribe,tiene que releerse,porque generalmente con encontramos con nosotros.Te quiero dede eo infinito.ali