viernes, 21 de diciembre de 2007

Ciudad Vieja

Recorrí tu largo perímetro

Entré en el caracol de tus angostas calles

Latía tu diciembre en el asfalto

Olor a mar y mástil recortando el cielo

Pie en suelo, te apropié a cada paso

Te recordé hostil otrora, desolada

Helaba mis mejillas tu viento sur cortante

Recostada a tus vidrios te robaba

Imágenes de antigüedades y pinturas

Cuando eras solo frío agazapado

Y te sobrevivía detrás de cada piedra

Y te temía a la vuelta de cada esquina

He aprendido a caminar tus rumbos

No como hoja desprendida

Ni como mula cargada

Ni como carro, ni como tanque de guerra

Ni detrás de banderas

Ni de barricadas

Ni desde el fondo de un hueco

Ni con granadas

He aprendido a recorrerte pie en vereda

Taco que rasga tu piel, huella que marca.

(21-12-07)

Siguiendo el estilo de El Explicado, voy a contarles lo que hay detrás de este poema, simplemente porque esta vez no lo puedo evitar dado que está en proceso, es decir, todavía no me termina de gustar como suena pero me gustan las intencionalidades detrás. Pero bueno, "release often" como dice Steven Raymond, y por qué no aplicarlo a la poesía.

En el 76 vine del interior a Montevideo, tenía 8 años y la ciudad estaba sumida en la grisura de la dictadura, el abandono del exilio y la soledad del insilio. Desde Tomás Gomensoro, achatado de sol y pata en el suelo, me venía a las bellas y tristes sombras de una arquitectura llena de historia. Sobrevivimos en un hotelito de Ciudad Vieja, marranamente, al decir de Bayce, y pesó más lo que recuperábamos cada día que lo que habíamos perdido. Mi madre y yo, y algunos sobrevivientes más le dimos al guiso y la filosofía sin lástima, cual conjuro. Nietzsche en voz alta a los nueve años en semejante circunstancia vital funciona muy bien. Y cuando bajaba, las calles tenían ventanas hacia mundos inexistentes en el norte. Achataba la nariz contra en vidrio de las galerías de arte y casas de angüedades o joyerías. Me saturaba de exotismo y arte con el mismo efecto embriagador que antes tenían las sombras frescas del galpón de mis abuelos. Asi conocí algunos pintores uruguayos y su bohemia, algunos trozos de papel amarillo como para sentirme parte de alguna vejez.

La vida continuó a todo trapo. Hace dos días tuve que ir a un banco de Ciudad Viaja a cobrar un cheque. Metí el auto en cualquier vericueto, como pingo compañero. Sudé la gota gorda mirando desde el vidrio de mi batimóvil un ir y venir constante y apurado en nuestro pequeño "distrito comercial" acelerado por los últimos días del año. Se veía saludablemente vivo e insoportable de una manera bien distinta a aquellas soledades del setenta y seis. Me bajé apurada y caminé entre flashbacks y bueno ... me pasaron las décadas por delante, pero ... me sentí de alguna manera más recién nacida que antes.

6 comentarios:

Marcelo Escobal dijo...

Está bueno que comentes los poemas, porque algunos nos perdemos en la belleza de las palabras y no vemos la panorámica (de puro torpes).
También estoy de acuerdo con eso de "en proceso".
Una pequeña acotación (por ser el encargado de adoctrinar en Software Libre) : es Eric Raymond (Catedral & Bazar). Los 2 Steven que hay son Ballmer (M$) y Jobs (Apple) que son como Voldemort.
Creo que también es bueno acotar el contexto histórico: anteayer fue preso uno de los principales ideólogos de la dictadura. Recorrimos un camino muy largo y si bien no hubo tanta algarabía porque somos recontra mesurados, todos comentamos aliviados: "El Goyo está preso".
"Release often", corazón.
ME

Saludos, Terrícolas dijo...

Qué lindo! Y qué sano! Ojalá yo tuviera la misma capacidad para regurgitar mi pasado y observarlo como un cuadro pintado por otro...

Y aqui también seguimos esperando que la línea media -no los Massera, no los Videla, que por cierto bien presos deben estar- también pague sus crímenes, pero por sobre todas las cosas, que los reconozca. No hay reconciliación posible sin acceso a la verdad.

Pero no era eso lo que quería decir, sino que me gustó mucho la entrada, y que como canta Serrat, añoro los cafés que no podemos tomarnos. Ya será.

PD: che, tendré que patentar el estilo "el explicado" o lo mantenemos en el ámbito del software libre? :)

Anónimo dijo...

peque,me encato el poema.Como dice Me es bueno que lo expliques,para
los que no vivieron eso contigo y para los que si lo hicimos,es importante empezar a saber como te sentias en esos momentos.Tu no trasparentabas nada y parecias la niña feliz,cantora y bailarina.En el pasado,en el presente que ya es pasado,te quiero infinitamente.Mincha

Manuela dijo...

Hola Mariana, precioso poema el que has escrito. El pasado y el presente se agolpan en cada esquina, en cada adoquín,
y de golpe te das cuenta de que
formáis parte de una misma historia personal, que ambas habéis crecido y configurado al unisono una forma única de ser.
Ese taco firme y seguro de mujer que marca su piel, recordando a aquel inseguro y temeroso de la niñez va más allá de una simple huella, es un acto de amante posesión, reconciliación y reafirmación.

Todo esto me da bastante que pensar.No tengo resuelto el conflicto que siempre he sentido hacia mi pueblo,el reflujo del amor-odio que me impide reconciliarme sinceramente con el.

Siento no haberte escrito antes. Hace unas semanas leí tu poema "androides en el armario" y me impactó, de forma tal que
pensé en escribirte más tarde, cuando lo hubiera asimilado y llegado a entender. Le anduve dando vueltas y no sé si mi forma
de sentirlo será la que pretendías al escribirlo. Lo primero que sentí fueron unas sensaciones parecidas a las
que tuve al leer la novela "Pedro Páramo" de Juan Rulfo. Soledad, desolación, oscuridad, luna, rabia, frustración.....
No sé explicarte mejor. Lo que si comprendo es que has querido expresar algo cuya profundidad no llego a captar bien.
Todo poema tiene su magia y misterio y a mi los tuyos me parecen de lo más evocadores. Me gusta mucho como escribes Mariana.

Te adjunto a continuación un poema de Luis Garcia Montero, poeta contemporáneo Granadino. No se si lo conocerás o si te gustará
o no, pero ante la duda prefiero enviártelo.
Siento si este post ha sido demasiado largo, la verdad es que tenía ganas de escribirte.
Que tengáis un muy buen año nuevo.

CABO SOUNION

Al pasar de los años,
¿qué sentiré leyendo estos poemas
de amor que ahora te escribo?
Me lo pregunto porque está desnuda
la historia de mi vida frente a mí,
en este amanecer de intimidad,
cuando la luz es inmediata y roja
y yo soy el que soy
y las palabras
conservan el calor del cuerpo que las dice.

Serán memoria y piel de mi presente
o sólo humillación, herida intacta.
Pero al correr del tiempo,
cuando dolor y dicha se agoten con nosotros,
quisiera que estos versos derrotados
tuviesen la emoción
y la tranquilidad de las ruinas clásicas.
Que la palabra siempre, sumergida en la hierba,
despunte con el cuerpo medio roto,
que el amor, como un friso desgastado,
conserve dignidad contra el azul del cielo
y que en el mármol frío de una pasión antigua
los viajeros románticos afirmen
el homenaje de su nombre,
al comprender la suerte tan frágil de vivir,
los ojos que acertaron a cruzarse
en la infinita soledad del tiempo.

Mariana Porta dijo...

Manuela, tu comentario me resultó tan interesante que terminé escribiendo algo sobre el "bloggear" poeasía que pronto pienso publicar. Me llevaste a profundas reflexiones ya que tu lectura fue a su vez tan prfunda.
Luego también me dieron ganas de escribir algo sobre los Androides en el armario, uno de los que más me gusta y a la vez de los que más receptividad logra. Te cuento que lo estamos volviendo canción con Marcelo.
Luego de algunos paseos por Pedro Páramo volveré a ti sobre ese tema.
Por otro lado el poema de Luis García Montero me gustó mucho. Hace evidente esa intención, esa necesidad y esa compleja paternidad que uno ejerce sobre lo que escribe, lo cual nos vuelve a traer al tema del escribir y la vida propia que ese texto empieza una vez que uno lo suelta en el mundo.

Mariana Porta dijo...

Marce, tenés razón, ERIC RAYMOND no se merece que me equivoque con su nombre. Ya posteo algo al respecto.