viernes, 22 de junio de 2007

Pasé corriendo

Pasé corriendo, trabajando, conversando,

tironeando de una bolsa de mandados

Pasé hablando discutiendo, escuchando las bocinas

y los jingles de la radio

Pasé a ochenta o a noventa manejando

Pasé riendo, ponderando, sopesando

Y nunca vi, no miré, no percibí

El poema que colgaba de aquel triste, pobre y solitario

poste de alta tensión donde el hornero

suburbano había hecho su nidito

y me acordé de aquel cuento de mi madre

sobre un chanchito que se pasó la vida

engordando sin saber que sobre el lomo,

a metros de aquel barro,

había hecho su nido un picaflor.

Aunque llegue obesa de cotidianeidad,

no me coman a fin de año.

No hay comentarios: